La acústica arquitectónica es una ciencia tan compleja como necesaria.
Hoy, te contamos en qué se centra esta rama arquitectónica, cuáles son sus fundamentos y por qué toma cada vez más relevancia en la actualidad. Así que, ponte comodo/a y ¡empecemos!
¿Qué es la acústica arquitectónica?
La acústica arquitectónica es una rama de la arquitectura que combina conocimientos científicos y de ingeniería para conseguir un buen sonido dentro del edificio.
Su objetivo es, por tanto, el estudio del diseño de hogares y edificios para obtener un rendimiento acústico óptimo.
Para conseguirlo, la acústica arquitectónica estudia lo que acontece con las ondas sonoras desde que salen del foco hasta que llegan a la audiencia, así como las propiedades acústicas de los materiales de construcción empleados y su impacto en la acústica general del espacio.
Para ello, el arquitecto utiliza el diseño de los elementos físicos (por ejemplo, paredes y pisos) de un edificio para reducir el ruido y el eco, mejorar la inteligibilidad del habla, minimizar la reverberación y/o crear una atmósfera a través de espacios abiertos o protegidos con propiedades acústicas particulares.
¿Por qué es importante?
La idea de la actuación acústica en la arquitectura es crear un espacio que suene bien.
Puede verse incluso como una vertiente de la arquitectura ambiental, que busca la integración de la sustentabilidad en la construcción, mediante espacios comprometidos con la calidad del hombre y el cuidado del medioambiente.
Este enfoque de diseñar espacios que suenen bien tiene muchos beneficios:
✔️ Corrección acústica en ambientes ruidosos (como fábricas)
✔️ Favorecer la acústica en entornos silenciosos (como bibliotecas)
✔️ Mejora de la inteligibilidad del habla en espacios pensados para acoger a muchas personas.
✔️ Mejora de la transmisión de sonido en auditorios, aulas y otros espacios concebidos con un foco unidireccional de transmisión de sonido.
Como ya te contamos en este artículo, la acústica afecta a nuestro bienestar y a nuestro entorno, lo que va mucho más allá del confort en un espacio concreto.
Hoy en día, incluso los neurólogos hablan del papel de la acústica en nuestro cerebro y en nuestra salud mental.
¿Qué tipo de problemas acústicos corrige la acústica arquitectónica?
Hay tres tipos de acústica: reverberante, semi-reverberante y no reverberante.
☑️ La acústica reverberante se caracteriza por los reflejos de las ondas sonoras en superficies duras, como una sala de conciertos o un auditorio. Este tipo de acústica se encuentra con mayor frecuencia en espacios grandes donde las ondas de sonido rebotan en las paredes, techos, materiales del piso u otras superficies.
En espacios con estas características, la acústica arquitectónica tratará de mitigar la reverberación mediante soluciones que absorban el sonido, como los paneles Woodslines.
☑️ A medio camino entre la acústica reverberante y la no reverberante está la acústica semi-reverberante, creada por absorción, filtración o difusión a través de una habitación; las ondas de sonido rebotan en varias superficies dentro de la habitación, pero producen reflejos limitados.
☑️ Finalmente, la acústica no reverberante se crea por absorción y transmisión a través de un espacio abierto. Como su nombre indica, el problema radica justamente en el fenómeno contrario al que se produce con la reverberación.
En espacios abiertos amplios, el reto está en permitir que el sonido viaje en distancias largas sin perder su intensidad. Es el caso de conciertos, charlas o mítines que se celebran al aire libre.
En definitiva: sea cual sea la naturaleza acústica de un espacio, siempre existen soluciones para mejorarla y conseguir que las ondas sonoras se comporten de la manera deseada.
La evolución histórica de la acústica arquitectónica
Aunque pueda parecer algo novedoso, las primeras pistas que tenemos acerca de la acústica arquitectónica se remontan a escritos del siglo I a.C, cuando Marco Vitrubio Polio, ingeniero militar de Julio César, describía la concepción de diseños acústicos para los antiguos teatros romanos.
Marco Vitrubio Polio detectó que podía usar vasijas de bronce afinadas que actuaban como resinadores, bajos o agudos.
Por otra parte, en las iglesias cristianas, de bóvedas altas, se colocaba un tornavoz sobre el púlpito, que evitaba que el sonido del predicador se perdiese por las bóvedas.
La historia también nos ha dejado ejemplos notables de acústica arquitectónica en Mesoamérica, como el famoso efecto sonoro que Chichen Itzá consiguió en el Templo de Kukulkán, denominado “la cola del Quetzal”.
Aun así, la acústica arquitectónica de la antigüedad era puramente práctica.
El padre de la acústica arquitectónica moderna
La acústica moderna, con sus estudios y fórmulas, nació a finales del siglo XIX gracias al físico estadounidense Wallace Clement Sabine.
En 1895, los miembros del consejo de la Universidad de Harvard comprobaron que la acústica del recién inaugurado museo de Arte Fogg era pésima y el discurso de los oradores, ininteligible.
Cuando pidieron a Sabine que resolviera el problema, este llegó a la conclusión que el problema residía en la excesiva reverberación de la sala.
Para reducirla, cubrió las paredes con fieltro, un tipo de absorbente acústico.
Aunque no se trataba de la solución perfecta, la acústica mejoró y Sabine fue contactado para otros proyectos.
Esto le llevó a desarrollar la fórmula de cálculo que nos permite conocer el tiempo de reverberación del sonido en un espacio, una fórmula que seguimos usando en la actualidad.
¿Hacia dónde vamos?
Según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación acústica ocupa el segundo problema de salud, justo detrás de la contaminación del aire.
Durante los próximos años, nos veremos obligados a ser más conscientes de la creciente importancia de la acústica en el diseño de edificios. De la misma manera que nos hemos visto obligados a desarrollar nuestra consciencia ambiental.
Como profesionales del mundo de la arquitectura y la construcción, no siempre resulta fácil trasladar esta importancia al cliente final para que entienda el valor añadido de ciertas soluciones acústicas.
Pero siempre debemos explicar de manera categórica que la comodidad acústica influye en un espacio y en nuestra salud y bienestar.
Actualmente, incluso las universidades estudian los efectos perjudiciales del ruido y cuáles son las mejores prácticas para integrar un diseño de espacio o edificio acústico.
Así que, hoy, más que nunca, necesitamos diseños de edificios que tengan en cuenta este aspecto.
Por suerte, existen cada vez más materiales de construcción que permiten un acabado estético, acústico e incluso sostenible. Y nuestro producto es un buen ejemplo de ello.