Los espacios siempre transmiten sensaciones.
De manera más o menos consciente, los lugares que visitamos nos invitan a relajarnos y a sentirnos como en casa, mientras que otros nos transmiten incomodidad, teniendo como consecuencia que intentemos pasar en ellos tan sólo el tiempo indispensable.
¿Has pensado alguna vez en cuáles serán los factores que determinan esta sensación?
Algunos motivos pueden parecer obvios, sobre todos aquellos que tienen que ver con el componente visual. Y es que, sin duda, la vista es el sentido protagonista en nuestra interpretación del mundo.
Parece entonces lógico que un espacio agradable a la vista, armónico y de diseño agradable nos invite a sentirnos bien, mientras que un espacio desordenado o con mala iluminación pueda reducir nuestro confort general.
Pero de lo que queremos hablarte hoy es de otro componente, relacionado con el sentido del oído, que de manera más o menos discreta, juega un papel crucial en nuestro bienestar.
Un componente que resulta indispensable a la hora de concebir un espacio cerrado, sobre todo, como iremos viendo a lo largo del artículo, si está concebido para acoger a cierto número de personas.
¿Su nombre? La absorción acústica.
¿Qué es la absorción acústica?
¿Alguna vez has entrado alguna vez en una sala vacía y comprobaste el eco que se producía cuando hablabas?
Seguro que sí.
Y si esta sala era la de un piso al que acababas de mudarte, también pudiste comprobar cómo ese efecto iba desapareciendo a medida que llenabas la habitación de muebles.
Esto tiene una explicación: los muebles y otros materiales presentes en una habitación absorben parte del sonido que allí se emite.
Y eso es lo que es la absorción acústica, que podemos definir como la parte de la energía sonora que se disipa al contacto con un material durante la propagación del sonido.
Claro que el universo de la acústica es toda una ciencia y que exista peor o mejor absorción en un espacio cerrado depende de múltiples factores, más allá de la presencia de muebles, pero eso lo iremos viendo poco a poco. 😉
De momento, tenemos una primera definición y para evitar confusiones, es importante diferenciar ese concepto de otro muy común en el mundo acústico. Y si te avisamos de ello, es porque es un error más común de lo que piensas.
Diferencias entre absorción y aislamiento acústico
Seguro que el aislamiento acústico te suena de algo: se trata de un término muy popular que, en ocasiones, se confunde con la absorción, aunque como hemos avanzado, estos conceptos no son sinónimos. Veamos sus diferencias:
El aislamiento acústico o insonorización consiste en limitar la transmisión de sonido entre dos ambientes.
Cuando se aísla un espacio del exterior, se trata de evitar la contaminación acústica que se produce cuando las ondas sonoras pasan de un ambiente a otro.
Con esto, se puede buscar prevenir que el ruido exterior entre hacia el interior, como el caso de una casa u oficinas junto a una autopista o que el sonido interior salga al exterior, como el sonido de un bar o discoteca ubicados en el centro de la ciudad.
La absorción acústica, en cambio, consiste en mejorar el confort acústico dentro de un mismo espacio mitigando la reverberación, que es así como llamamos ese eco al que nos referíamos en el punto anterior.
En la mayoría de casos, tratar la absorción acústica de un domicilio privado no resulta necesario, debido a que las dimensiones del espacio y los elementos presentes en él harán que esa reverberación no llegue a ser perceptible.
Sin embargo, es algo a tener en cuenta en interiores amplios, especialmente si estos están previstos a acoger a un cierto número de personas, como, por ejemplo, centros de trabajo concurridos, bares, restaurantes, auditorios, gimnasios, etc.
Es decir, ahí donde es más probable que la reverberación se produzca.
Pero, ¿qué es la reverberación exactamente?
Hasta ahora, hemos asociado este fenómeno con el eco que se produce en una habitación cuando no existen materiales que absorben el sonido que se emite. Ahí va una explicación algo más técnica:
En la norma ISO 3382 de la UNE se define la reverberación como los segundos que tarda el sonido en disminuir su nivel de ruido en 60 dB después de que la emisión de la fuente se haya detenido.
En otras palabras, el tiempo de reverberación nos informa de cuánto tiempo permanece un sonido en una habitación antes de desaparecer.
¿Quieres una idea más precisa? Reproduce este audio, en el que podrás escuchar un mismo sonido con un aumento progresivo del efecto de reverberación.
La reverberación es el parámetro más importante a la hora de acondicionar acústicamente un recinto, ya que un tiempo de reverberación demasiado elevado puede dificultar la comunicación debido a la acumulación del ruido en la sala.
Para evitar este efecto, en acústica arquitectónica, será importante poder medir el nivel de absorción de una sala. Y mucho antes que eso, ser capaces de determinar la absorción acústica de los materiales que se emplearán para construirla.
Y es aquí donde entra el coeficiente de absorción acústica.
El coeficiente de absorción acústica
Para conocer la absorción de un material utilizamos un valor llamado coeficiente de absorción acústica, representado por la letra Alpha (α).
Este valor, que se sitúa entre el 0 y el 1, representa la relación entre la energía absorbida y la energía incidente por unidad de superficie.
Los valores cercanos al 0 corresponderán a materiales muy poco absorbentes, mientras que los valores cercanos al 1 serán muy absorbentes.
Pero eso no es todo: debido a que el coeficiente de absorción de un material varía en función de la frecuencia del sonido que impacta con él, se suele especificar un coeficiente de absorción por cada rango de frecuencias.
En materiales para tratar la absorción del sonido, los fabricantes suelen especificar este valor para las frecuencias de 125, 250, 500, 1000, 2000 y 4000 Hz.
También existen tablas online que ofrecen valores aproximados para materiales de uso común, como la siguiente:
| Material | Bandas de frecuencia | |||||
| 125 | 250 | 500 | 1000 | 2000 | 4000 | |
| Grava | 0,25 | 0,60 | 0,65 | 0,70 | 0,75 | 0,80 |
| Bloques de hormigón | 0,30 | 0,45 | 0,30 | 0,25 | 0,40 | 0,25 |
| Ladrillo con yeso | 0,013 | 0,015 | 0,020 | 0,028 | 0,04 | 0,05 |
| Alfombra de fibra vegetal | 0,08 | – | 0,17 | – | 0,30 | – |
| Moqueta sobre suelo de cemento | 0,09 | 0,08 | 0,21 | 0,26 | 0,27 | 0,37 |
| Tela de algodón lisa en pared | 0,05 | 0,08 | 0,21 | 0,27 | 0,27 | 0,37 |
Como puedes ver, el coeficiente de absorción acústica de un material será muy variable según si el sonido que impacta contra él es más agudo o más grave.
También incidirán la inclinación en la que lo haga y, claro está, el grosor del material que lo recibe.
Gracias a estos valores, podremos calcular la reverberación de una sala, así como la reverberación óptima que garantiza una calidad de sonido adecuada. Como te decíamos, el mundo acústico es toda una ciencia.
Pero, ¿por qué todo esto es tan importante?
¿Por qué tratar la absorción acústica?
Ya sea en la oficina, en un centro de estudio, en un restaurante o en una sala de conciertos, todos hemos experimentado lo incómodo que resulta que la acústica no sea buena.
De lo que quizá no seamos tan conscientes es hasta qué punto esta afecta a nuestra salud, concentración y bienestar general. Piensa que nuestro estilo de vida hace que pasemos la mayor parte del tiempo en espacios cerrados.
En ambientes de trabajo
Teléfonos que no paran de sonar, conversaciones entre compañeros, el sonido de la cafetera activándose por quinta vez durante la mañana… existen muchos estudios que concluyen que el ruido es una de las mayores fuentes de estrés laboral, incluso en oficinas.
En sentido contrario, un ambiente laboral silencioso permite que el rendimiento intelectual y la productividad aumenten hasta en un 50%. Bueno para nuestra salud = bueno para la rentabilidad en los negocios.
En lugares de ocio
Todos hemos frecuentado un bar o restaurante en el que, a pesar de la proximidad con nuestro interlocutor, nos hemos visto obligados a alzar la voz para mantener una conversación.
Este fenómeno, conocido como efecto Lombard o “efecto cóctel”, es también producto del aumento de la reverberación.
Y es que, aunque el eco no sea percibido de forma nítida, la contaminación acústica afecta a la inteligibilidad del habla y aumenta la dificultad a la hora de procesar información.
Sobra decir que la reverberación puede también ser responsable de provocar irritación e incluso de valernos un buen dolor de cabeza.
Efectos a largo plazo
Los efectos a largo plazo de una absorción del sonido deficiente van desde la pérdida auditiva, aumento de la frecuencia cardíaca y aumento de la presión arterial hasta la muerte. Por no mencionar posibles trastornos del sueño o el desarrollo de trastornos psicológicos.
En Europa, se calcula que el coste social de una mala acústica oscila entre los 30.000 y los 40.000 millones de euros anuales.
Además, cada año, 10.000 europeos mueren por causas relacionados con la contaminación acústica.
En Estados Unidos, la pérdida auditiva debido a la exposición del ruido en una oficina es el tercer problema crónico de salud más extendido: por encima de la diabetes o el cáncer.
Vaya, que los motivos para tratar la absorción acústica son muchos y de peso. A modo de resumen, te dejamos una infografía que resume todos los puntos que hemos visto 😉:
Con estos datos, queda clara la utilidad de tratar la absorción acústica de un espacio. En el siguiente punto, veremos algunas claves que nos ayudarán en este cometido. ¿Nos acompañas?
¿Cómo tratar la absorción acústica de un espacio?
Antes de entrar en materia, es importante que sepas que a mejorar la absorción acústica de un espacio le llamamos acondicionamiento acústico. Esto nos permite diferenciarlo del aislamiento acústico.
1. Análisis de los materiales
Visto esto, el primer paso para acondicionar un espacio es analizar qué materiales lo componen y cuáles son sus coeficientes de absorción.
Para mejorar la absorción acústica, recurriremos a materiales diseñados para absorber el sonido. Cuanto más fibroso es un material, mejor es la absorción. En cambio, los materiales más densos son, normalmente, menos absorbentes.
2. Determinar la función del espacio
La segunda cuestión que deberemos tener en cuenta son las actividades que se realizarán en el espacio. Cada actividad obligará a contemplar diversos factores, como el ruido derivado de la actividad o las necesidades acústicas de cada caso en particular.
Así, el trabajo a realizar sobre el acondicionamiento acústico será muy diferente dependiendo de si estamos hablando de:
- Oficinas.
- Aulas o comedores de colegios.
- Restaurantes y cafeterías.
- Pabellones deportivos y gimnasios.
- Espacios polivalentes.
- Estudios de grabación, streaming y podcast.
3. Estudiar la colocación de los materiales fonoabsorbentes
Dado que el sonido se propaga de forma tridimensional, es recomendable que las soluciones absorbentes se coloquen en al menos dos, e idealmente en las tres direcciones del espacio, incluyendo paredes y techos.
Además, al menos 1/3 de la superficie absorbente debería estar en otra superficie que no sea el techo.
Si conocemos con antelación en qué dirección se emitirá principalmente el sonido, como sería el caso de una sala de conferencias o en un aula, nos será más fácil establecer la colocación más idónea de estos materiales fonoabsorbentes.
4. Apoyarse en profesionales
Finalmente, es importante comprender que la acústica es una ciencia compleja.
Como no es posible que los arquitectos sean expertos en todos los campos, es aconsejable que sepan rodearse de profesionales que hayan convertido esta área en su expertise. Sobre todo, por lo que hace a proyectos de cierta complejidad.
Pero, ¿cuáles son estos aliados en el acondicionamiento acústico? ¿Qué materiales nos ayudarán a mejorar los niveles de absorción de un espacio y combatir así la tan temida reverberación?
¿Qué materiales absorbentes existen?
Recordemos que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
Y así es como funcionan los materiales absorbentes: convirtiendo la energía acústica en otra forma de energía, normalmente, en calor.
Hay tres tipos principales de absorbentes: los absorbentes porosos, los absorbentes diafragmáticos y los absorbentes resonantes o reactivos.
Los más utilizados suelen ser los materiales absorbentes porosos, debido a que la absorción que presentan es de amplio espectro.
Recuerda que, en un punto anterior, vimos que los materiales presentan una absorción distinta dependiendo de la frecuencia.
Por eso, cuando decimos que los materiales porosos presentan una absorción de amplio espectro, nos referimos a que permiten cubrir un amplio abanico de frecuencias: desde las más graves hasta las más agudas.
Pero dependiendo del tipo de actividad de una sala, puede ser necesario complementar los absorbentes porosos con absorbentes resonantes, ya que estos permiten absorciones muy selectivas.
Lo mismo ocurre con los absorbentes diafragmáticos, también conocidos como absorbentes de membrana, que permiten mejorar la absorción de un tipo de frecuencia concreta. Este tipo de soluciones son comunes en estudios de grabación, salas de fidelidad o home estudios.
Volviendo a los absorbentes porosos, que suelen ser los más comunes, veamos qué materiales son los más empleados:
Espumas acústicas
✔ Ventajas
Procedentes de la industria petroquímica, las espumas acústicas se han utilizado mucho a lo largo de los años debido a su precio asequible.
✕ Desventajas
Sin embargo, esta solución tiene algunos defectos que difícilmente pueden pasarse por alto: su calidad de absorción es baja, la mayoría no resisten al fuego y su colocación suele requerir el uso de pegamentos que elevan el precio y dejan marcas en las paredes.
Otro factor a tener en cuenta es que los materiales sintéticos emiten residuos tóxicos en el aire que respiramos debido a la liberación de microfibras. Esta contaminación invisible cada vez se tiene más en cuenta debido a sus efectos en nuestra salud y al impacto medioambiental, tema que daría para otro extenso artículo.
Lanas de fibra de poliéster
Se trata de un material que se obtiene, en parte, reciclando botellas de plástico.
✔ Ventajas
La lana de fibra de poliéster ofrece una atractiva relación calidad/precio, una buena absorción de sonido y una durabilidad muy decente, aunque también cuenta con algunos contras que vale la pena conocer.
✕ Desventajas
Y es que, a pesar de que el material se obtiene a través del reciclaje, no se puede considerar ecológico. Para empezar, el plástico es un derivado del petróleo y, por tanto, un combustible fósil.
Además, solo puede ser reciclado una vez y, por tanto, acaba en vertederos muy rápidamente. Finalmente, hay que decir que, si bien el plástico reciclado es su principal componente, rara vez contiene solo fibra reciclada.
Lanas minerales: lana de vidrio y lana de roca
✔ Ventajas
Las lanas minerales son, con diferencia, los materiales más utilizados para la absorción acústica, debido a su buena relación calidad/precio, la elevada resistencia de sus materiales, su elevada absorción acústica y su fácil instalación.
La lana de roca, como su nombre indica, se consigue de rocas de origen volcánico. Al calentarse a más de 1.500ºC, dan como resultado un material con el que hacer fibras de lana.
La lana de vidrio se realiza con hilos de vidrio que, de igual manera, funden a muy elevadas temperaturas. Pero entonces, ¿qué similitudes y diferencias existen entre una y otra?
Similitudes entre la lana de vidrio y la lana de roca
✔ Ambos materiales son muy resistentes.
✔ Requieren un mantenimiento prácticamente nulo y su instalación es muy rápida.
✔ Los dos materiales son ignífugos, es decir, que resisten la acción del fuego.
Diferencias entre la lana de vidrio y la lana de roca
✔ Aunque ambos materiales son muy efectivos para absorber el sonido, la absorción de la lana de roca es ligeramente superior a la de la lana de vidrio.
✔ La lana de roca es muy resistente al agua, ya que no se humedece con facilidad, lo que ayudará a prevenir la aparición de bacterias y moho. En ambientes húmedos, presentará un mejor comportamiento que la fibra de vidrio.
✔ La lana de roca se fabrica a partir de materiales reciclados, en una cantidad a partir del 70%. En cambio, la lana mineral es menos sostenible: su cantidad de materiales reciclados es de un 30%.
Quizá estos datos te ayuden a entender por qué elegimos lana de roca para acoplar a nuestros paneles.
¿Es posible combinar la absorción acústica con un resultado estético a la hora de diseñar un espacio?
Como te habrás ido imaginando, todos los componentes usados en la construcción de un edificio tienen un impacto en la acústica del mismo.
De ahí la complicada tarea a la que se enfrentan los arquitectos de conseguir que un espacio sea tan estético como agradable en términos acústicos.
Es clara la tendencia de diseñar pensando principalmente en el sentido de la vista, ya que es el sentido que adquiere más peso en la interpretación que hacemos del mundo.
Pero los estímulos de sentidos secundarios, como la acústica, el tacto o la calidez, también juegan un papel muy importante a la hora de crear un estado de ánimo favorable en un espacio concreto. Y ahí entra en juego la acústica arquitectónica.
El papel de la acústica arquitectónica
La acústica arquitectónica es una rama de la arquitectura que presta especial interés en ofrecer espacios optimizados acústicamente, ya sea logrando un aislamiento acústico entre diferentes recintos, como mejorando el acondicionamiento acústico en el interior de los espacios.
Materiales acústicos y decorativos
Por suerte, existen cada vez más materiales de construcción que nos acercan a ambos objetivos: tanto por su propiedad estética como por su propiedad acústica.
Normalmente, estos elementos presentan una combinación de un material fonoabsorbente con un material de revestimiento que ofrezca un acabado estético.
Desde paneles con acabado de PVC o techos perforados de cartón y yeso hasta paneles acústicos de madera, las opciones son infinitas.
Paneles acústicos Woodslines de madera maciza
Cuando se trata de elegir un material fonoabsorbente, que ofrezca un acabado equilibrado y estético y que, además sea respetuoso con el medioambiente y mejore la calidad del aire, la cosa se complica.
Como hemos visto en el apartado de materiales fonoabsorbentes, la mayoría de soluciones de mercado utilizan materiales sintéticos elaborados a partir del petróleo, como el plástico o derivados.
Lo mismo ocurre con el material de revestimiento que se coloca por encima de la capa absorbente para ofrecer el acabado deseado. Encontrar una solución que combine una solución absorbente y un revestimiento eco-friendly reduce, y mucho, las posibilidades.
En Woodslines, hemos convertido esta necesidad en nuestro objetivo.
Nuestros paneles combinan la lana de roca con un acabado de madera maciza para ofrecer a los arquitectos una solución absorbente, estética y respetuosa con el medioambiente.
Te dejamos aquí el enlace a nuestros proyectos realizados por toda Europa para que puedas verlo en acción. 😉
Y si crees que nuestra solución podría encajar en alguno de tus proyectos, no dejes de contactar con nosotros sin compromiso. Estaremos encantados de ayudarte a construir un espacio ideal no solo para la vista, sino para los cinco sentidos.
